El modelo de familia predominante en occidente responde a la estructura compuesta por mamá + papá + hijos, y por lo general la mujer y los niños están subordinados al padre que trabaja y aporta el dinero. Este modelo de familia es el que la sociedad ha percibido como “normal” durante cientos de años. Sin embargo, en las últimas décadas (a decir verdad, ya van varias) esta concepción clásica de la familia ha cambiado y han surgido nuevos tipos de organización familiar: familias monoparentales, familias ensambladas, parejas homosexuales con y sin hijos, parejas heterosexuales que no tienen hijos, mujeres que salen a trabajar y los padres se ocupan de las tareas del hogar.
¿Aparecen estos nuevos modos de organización familiar en la literatura para los más pequeños? No resulta fácil hallar historias en las que con calidad literaria se proyecte esta realidad, pero sin duda hay libros en los que, sin discursos panfletarios, aparecen modelos de familia diferentes.
De tres en tres: historias familias:
Mermelada de ciruelas de Margaret Mahy. Ilustraciones de Marcelo
Elizalde. Buenos Aires, Macmillan, 2011, colección Todos distintos. Un cuento en el que la madre trabaja fuera de la casa y el padre se ocupa de las tareas hogareñas. Si bien en los libros para niños no es nada frecuente ver al padre fregando, vale aclara que en este caso su accionar se acerca al rol del superhéroe.
Choco encuentra una mamá de Keiko Kasza. Bogotá, Norma, 1992/2007. Choco es un pollito huérfano decido a encontrar una mamá. El papel del niño huérfano no es ninguna novedad en la LIJ, alcanza con mencionar casos emblemáticos como Oliver Twist, Pipi Calzaslargas, Anne (la de los Tejados Verdes) y Tom Sawyer (aunque este último vive con su abuela). Lo interesante en Choco encuentra una mamá es que es una historia para niños pequeños y que al hallar una mamá descubre que es posible tener padres y hermanos muy diferentes.
Tres con Tango de Justin Richardson y Peter Parnell. Ilustraciones de
Henry Cole. Barcelona, Serres, 2006. Esta es la historia de dos pingüinos machos que hacen todo juntos, deciden compartir su tiempo y un día, al ver lo que hacen los otros animales de su especie, comienzan a empollar una piedra. Por suerte, el cuidador de su jaula en el zoológico en el que viven intervendrá a tiempo para que también ellos sean padres. Además de lo interesante de la historia, el libro tiene dos puntos más a su favor: al ser animales los protagonistas se produce una transposición y está basado en un hecho real sucedido en el zoológico del Central Park.
